Las conteras y las tapas finales son elementos implicados en el montaje y funcionamiento de gran variedad de productos. Se trata de unas piezas, por lo general, bastante pequeñas. Y, en ambos casos encargadas de cumplir una función fundamental. Ya que suponen, en muchas ocasiones, una contribución decisiva para la mejora de la experiencia de los usuarios finales de distintos artículos.
Este es el motivo por el que los fabricantes, de productos muy diferentes, los tienen en cuenta para completar sus creaciones. Desde productores de mobiliario, hasta los constructores de tuberías para usos industriales, entre otros casos, conocen de primera mano los beneficios de las conteras y las tapas finales. Ahora te toca a ti.
Las conteras y las tapas finales
Sea cual sea tu caso, encontrar la pieza que mejor se adapta a tus necesidades pasa por conocerla más de cerca. A fin de cuentas… Para completar un puzle hay que ver cada parte por separado y fijarte bien en todas sus características, antes de decidir dónde se ajusta mejor.
Para empezar, es interesante poner atención en que estamos hablando de dos productos con grandes similitudes. Por ejemplo, en lo relativo a los materiales utilizados para su fabricación, o en lo relativo a algunas de sus utilidades. Pero, al mismo tiempo, presentan diferencias muy importantes que también los alejan.
Desde FORTAPS podemos ayudarte con los primeros pasos para encontrar la pieza que te encaja. ¿Qué tal si comenzamos conociendo mejor de qué estamos hablando?
Conteras
Las conteras son protectores que se ajustan a las patas de distintas clases de muebles. Y se vinculan concretamente al contacto que este mobiliario establece con el suelo. Estos elementos cumplen distintas misiones directamente relacionadas con el propio uso del mueble al que complementan. De esta forma, sirven para evitar ruidos derivados del arrastre del mueble sobre la superficie del piso, así como las marcas que esos movimientos pueden provocar. Además de todo esto, se diseñan también para cometidos tanto estéticos como higiénicos. En este sentido, en primer lugar, suavizan el acabado de la estructura en la que se acoplan. Y en segundo término, evitan la entrada de suciedad en el interior del tubo.
Tapas finales
Las tapas finales, al igual que las conteras, también son protectores. Se fabrican en distintos tipos de materiales, al igual que las conteras. En concreto, el polietileno es uno de los más destacados por su versatilidad y resistencia. Pero también existen tapas finales de material ABS, o caucho termoplástico.
En este par de puntos los parecidos entre estos dos tipos de piezas son muy importantes y llamativos. Pero, lo cierto es que las diferencias que los separan tienen un peso específico. Puesto que son las que definen, con mayor precisión, a estos protectores.
¿En qué se diferencian las conteras y las tapas finales?
De una forma simplificada, puede decirse que las diferencias entre las conteras y las tapas finales se encuentran básicamente en sus utilidades. Ya apuntamos, unas líneas atrás, cuáles eran las funcionalidades de las conteras. En este sentido, hacíamos referencia a sus cualidades de seguridad, higiénicas y estéticas. Unas tareas que comparten con las tapas finales. Pero, del mismo modo que las unen sus funciones, ellas mismas las alejan.
Características diferenciadoras
Aunque aquí es conveniente realizar un apunte: las tapas finales no tienen que ajustarse obligatoriamente a una estructura tubular (patas, muletas o bastones, etc.). Ni realizan sus funciones únicamente complementando algún tipo de mobiliario.
Al contrario, las tapas finales se acoplan a una gran variedad de armazones, dispositivos, etc. Pues la función de seguridad prima en este caso. Así, pueden encontrarse finalizando algunas estructuras, para evitar que ocurran daños al contacto con ellas. Pero también tapando tuercas, tornillos u otras piezas en el marco de una estructura más grande. Al tiempo que procuran evitar la entrada de suciedad en el interior de los lugares que protegen. Además de dedicarse a embellecer las estructuras. Pues tapan, como su propio nombre indican, aristas, bordes, elementos de sujeción, etc.
En cuanto a las conteras, estas sirven para evitar los resbalones que pueden producirse durante el uso de mobiliario, como sillas o banquetas, por ejemplo. Al tiempo que se encargan de suprimir las marcas del arrastre de muebles en las superficies sobre las que se asientan. Y en estas funciones fundamentales es precisamente donde debemos centrarnos también a la hora de buscar las diferencias con las tapas finales. Ya que estas últimas no cumplen estos dos cometidos.
El tamaño como elemento divergente
Por último, cabe resaltar que debido, sobre todo, a las ocupaciones para las que se diseñan estas piezas, las conteras son más largas. Para entenderlo, basta pensar que es imposible que sirva para evitar resbalones si su agarre a las patas no es óptimo. Así, que tanto si son piezas interiores como exteriores, deben ser ascendentes. Mientras que las tapas finales deben procurar únicamente cubrir una superficie concreta.
FORTAPS
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