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En todo hogar, hay un sonido que a cualquiera le puede resultar familiar, es el de los muebles al arrastrarse por el suelo. Además de ser molesto, va dañando la parte inferior de aquellos, pero por suerte tiene solución: las conteras anti-ruido o los tapones anti-ruido. Si no los conoces, ¡te contamos sus características!

 

¿Qué son las conteras y los tapones anti-ruido?

Las conteras o tapones anti-ruido son piezas de pequeño tamaño que se fabrican, por lo general, en plástico o goma. Estas se emplean para cubrir la parte inferior de los muebles, sobre todo mesas y sillas, ya que, al ser livianas, pueden rodarse fácilmente.

Existen diferentes tipos, teniendo en cuenta su forma, pueden ser redondas, cuadradas o rectangulares, y también varían en el material del mueble o la superficie para la que van destinadas. Las necesidades en cada uno son variables, puesto que, por dar un ejemplo, no es lo mismo un parqué que una baldosa de cerámica.

En cualquier caso, las conteras y los tapones cumplen tres finalidades: evitar dejar arañazos en el suelo, que es especialmente importante en los muebles en tubo metálico; proteger las patas de los muebles frente al desgaste por el rozamiento y, en tercer lugar, reducir el ruido al mover los mismos. De ahí que haya conteras anti-ruido y tapones específicos para este objetivo.

 

Características que deben tener los tapones y las conteras anti-ruido

Las conteras anti-ruido, también conocidas como tapones anti-ruido, deben cumplir, por lo tanto, con una serie de características para que sean adecuadas.

Adaptación al tipo de suelo

Como ya indicamos cuando mencionamos los arañazos en el suelo, las conteras anti-ruido deben estar adaptadas al tipo de pavimento en el que se vayan a utilizar. Además de los tipos que mencionamos, también la dureza de los tapones anti-ruido varía.

Ajuste al mueble

Además de valorar el suelo, también hay que fijarse en las patas del mobiliario. Para que las conteras y tapones sean eficaces, es imprescindible que se ajusten con firmeza a aquellas. Si son mayores que las patas, será imposible ajustarlas, y si son demasiado pequeñas, se saldrán y tampoco podrán cumplir con su cometido. El material con el que está fabricado también es relevante.

Resistencia

Si se trata de un mobiliario que está continuamente en movimiento, como podrían ser las salas de reuniones en una oficina o en la hostelería y la restauración, las conteras anti-ruido se enfrentarán a un desgaste más pronunciado que si se tratase de tapones anti-ruido para una vivienda.

Esto significa que tendrás que valorar el nivel de uso que se le vaya a dar al mueble a la hora de escoger una dureza en concreto en las conteras para sillas o mesas. Uno de los que presentan una resistencia más elevada es el polietileno, que además puede ser de alta o de baja densidad.

Estética acorde con el espacio

Si bien la finalidad de las conteras anti-ruido no es estética, se trata de una pieza visible y que, dependiendo de los colores del mobiliario y del suelo, resultará más o menos llamativa. Esto significa que más allá de su eficacia con el ruido, también hay que elegir un modelo que no desentone con el mobiliario, en términos de estética y de mantenimiento del estilo decorativo. Para ello, se recomienda elegir colores que sean iguales al de los muebles.

 

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